Historias Mórbidas

Me encanta lo que tenga que ver con el terror. No soy un fan number #1, ni un conocedor, ni un coleccionista empedernido, simplemente me gusta. Desde libros a películas, el tema del horror y el terror; esa ondita del miedo, de los fantasmas, monstruos y seres de otro mundo, me llama mucho la atención. Claro está que detrás de toda ficción hay una realidad, llamémosle psicológica, cultural, arquetípica, etc. Para mi, el género del miedo ofrece una ventana al conocimiento del mundo y de uno mismo. Los fantasmas, por ejemplo, como entes que recuerdan al pasado, bien podrían relacionarse con los miedos personales, los problemas dentro de la familia, en los antepasados… el fantasma, como un ser que vuelve a nosotros para asustarnos o recordarnos alguna cosa que hicimos me parece, desde el punto de vista psicológico, un elemento interesantísimo. Ya en Silent Hill (los videojuegos) se maneja un mundo oscuro y aterrador lleno de monstruos y fantasmas que a mi gusto reflejan en cada entrega de los juegos, el subconsciente del protagonista, lleno de culpas del pasado y tormentos de pérdidas y amores no logrados. ¿Quién no conoce al Cabeza de piramide? Ese personaje musculoso que va por ahí cargando una pesada cuchilla, acechando al protagonista, persiguiéndolo para castigarlo.
Pero bueno, esto no es para hablar de psicología, si no para contarles cuando hice una ilustración para la revista Mórbido.

Morbido fest es un festival que presenta piezas del cine de terror y horror (de momento no me pregunten la diferencia) y que tuvo su revista homologa, donde se escribían artículos sobre films, series, libros, etc. obviamente de los géneros mencionados, aunque bueno, también de temas parecidos.
Por cosas de la vida me interesé mucho en contactarlos, y no diré demasiado como fue, porque se resume, en que los andaba queriendo corregir en cosas que subían de diseño (jaja) a sus redes sociales, pero en buena onda. Así tuve contacto con Laura «Ome» Celia Rojas Cruz, quien me dio a conocer un poco más de lo que hacían y quien posteriormente me permitió desarrollar una ilustración para la revista.
Por aquellos días leía un libro que me pareció sumamente interesante y que tiene que ver con la ilustración que hice y con lo que les menciono al inicio de esta entrada. El libro en cuestión se llama «Vuelven» del autor Jason Mott. En este libro se presenta la situación de lo que pasa cuando de manera espontánea toda la gente que había muerto, comienza a regresar a la vida. Además del hecho de que todos los muertos regresaban, se pasa por temas muy interesantes que se pueden comparar por analogía con situaciones que ocurren hoy día, por ejemplo la sobrepoblación y la marginación, por que imaginen, si los muertos regresan ¿Dónde diablos los van a poner?. Pero no diré más, léanlo.
Como decía, la ilustración que hice tenía que ver con este concepto. El dibujo fue el siguiente:

Explicaré la imagen, por que no es posible mostrar el artículo en su totalidad. La ilustración es un abuelo, que en soledad abraza el viejo oso de peluche de su nieta, quien falleció. En el cuadro (osea la composición) se observa que está en un sillón junto a la ventana y que a un lado suyo se encuentra un mueble, donde está una fotografía enmarcada, en la cual se aprecia, aunque no muy claro, un señor y una niña. Da manera un tanto siniestra, la ventana muestra cómo la misma niña -la que había fallecido- se asoma llorando, como queriendo volver al lado de su abuelo. Dos mundos separados por una ventana y unidos por la tristeza, nostalgia y el recuerdo. Quizás ya estoy siendo muy exagerado en la descripción, pero eso es.

La portada de la edición donde aparece mi ilustración es esta:

En los créditos aparezco así:

En ese momento mi sitio web era otro, por eso aparece esa dirección.

Es un gusto poder participar en cosas que tienen que ver con temas que me gusta, en este caso así fue. Hablando de empanadas, para mi, el exponente mexicano que ha logrado combinar muy bien los elementos que he descrito en esta entrada ha sido Guillermo del Toro. Creo que podría ser más siniestro, pero su trabajo es indiscutiblemente genial. Una inspiración que me lleva a seguir buscando la posibilidad de participar con mi trabajo en aquello que tenga que ver con terror y miedo y llegar muy lejos.
Para finalizar, agradezco mucho, mucho, muchísimo a Ome por darme la oportunidad de hacer las ilustraciones, además de haberme ofrecido su amistad y apoyarme en momentos donde lo necesite, tanto moral como materialmente.