Copiar trabajos de otros artistas

Es un tema complicado. Cada tatuador sabrá si en algún momento calcó o se inspiró demás en algún diseño ya existente echo por un colega. Hoy día no niego realizar tattoos de diseños ya existentes, en su mayoría cuando los hago son diseños «clásicos» o «de moda» que no tienen mayor relevancia, cosas sencillas. Cuando se trata de obras concretas como ilustraciones o diseños propios de otros tatuadores entonces me detengo.
Hacer un diseño «original» (ver mi entrada del blog donde hablo de eso) es difícil, requiere a veces mucha inspiración o tener muy clara la idea de lo que se desea plasmar. Que llegue un fulano que cobra $200 el tattoo y te tumbe tu arte para aplicarlo en un peregrino listillo es feo pero tampoco se acaba el mundo, al final como yo pienso es que cada quien obtiene lo que quiere en cuestión de costo y calidad de trabajo. A continuación posteo un diseño (el de la derecha) que realicé hace un tiempo ya, el de la izquierda es de un tatuador que no nombraré por que lo respeto a el y su trabajo y probablemente no fue con mala intención (y tal vez tampoco conscientemente) que se fusiló mi diseño. Sin entrar en detalles en cual es el mejor lo único que me quedó aquella vez fue darme cuenta como las personas , osea algunos clientes, no tienen problema alguno en llevar copias en su cuerpo, por mi parte cuando hago un diseño no lo vuelvo a repetir, quiero que la persona que lo lleva sepa que ese diseño que él o ella eligieron fue de una sola vez.
Como dato curioso inclusive he tenido compañeros de estudio que descaradamente utilizaron mis diseños, calcándolos en la mesa de luz y cambiándoles dos tres cosas para hacerlos «propios». Eso si se siente un poco más gacho honestamente y menos cuando no lo reconocen.

A manera de anécdota recuerdo que este diseño ya me lo habían cotizado mucho y que de pronto haciendo scroll en el feed de instagram lo vi y pensé «Ah cabrón ¿Cuándo lo tatué?» jaja.